domingo, 3 de marzo de 2013


Análisis del discurso “Me odiáis porque todavía me amáis” de Benito Mussolini

Este discurso fue pronunciado por Mussolini el 25 de Noviembre de 1914 en la ciudad de Milán, durante una reunión del Partido Socialista Italiano (PSI). En el texto se advierte que no fue bien recibido por los tres mil miembros del partido que asistieron en esa ocasión quienes lo atacaron tirandole diversos objetos.

Para entender la situación del discurso es importante revisar los antecedentes de este personaje: Mussolini nació en el 1883, quiere decir que cuando pronunció el discurso tenía 31 años, desde pequeño fue partidario del socialismo porque su papá era un activista de éste, estuvo en el ]
servicio militar, fue profesor de francés, italiano, historia, y geografía, escribio para varias revistas en donde publicaba sus opiniones de una forma radical, quiere decir que atacaba a los que él consideraba que podían atentar contra los principios del partido. A causa de su actitud revolucionaria fue encarcelado varias veces. Poco a poco fue ganando prestigio en la politica italiana logrando que el PSI tuviera una gran intervencíon en el gobierno. Promovió, a través de sus publicaciones, muchas manifestaciones entre el proletariado y la policía, entre ellas, la que ocasionó la Semana Roja del 7 al 14 de Junio de 1914. Este hecho fue fundamental porque ocurrió poco antes de que Musollini pronunciara el discurso que se va a analizar. Esto hizo que la gente no estuviera conforme con la violencia que se dio en todo el país porque incitaba a la guerra y contradecia los principios del partido.

El discurso está dirigido a los miembros del PSI y al proletariado o sea, a la clase trabajadora. Lo que está pasando en esta situación es que quieren expulsar a Mussolini del partido por la posiciones que ha tomado en los últimos días y lo acusan de ir en contra de los principios del socialismo.

El discurso empieza con un tono retador en el que Mussolini muestra que es un hombre fuerte. Con la frase “Hoy me odian, porque en el fondo de sus corazones,todavía me aman”, les recuerda que ellos lo admiran porque ha ayudado mucho al partido y que ahora lo odian por la posición en la que se encuentra. También les advierte que no lo conocen y que a pesar de que en ese momento tenga problemas con ellos, él sigue fiel al Socialismo.
Continúa su discurso advirtiendo que hay un dilema entre ellos y que el tiempo le dara la razón a él, acepta que hay crisis en el partido cuando dice que hay una “confrontación tal en el Socialismo, que nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad”. También se refiere a los enfrentamientos provocados durante la Semana Roja que ha traido graves consecuencias para los proletarios. Después hace una comparación entre la derrota que tuvo Napoleón en Waterloo hace un siglo y la crisis que vive Italia en ese momento (1914); asegura que lo que pasa puede cambiar la historia del mundo y que el siempre respaldara al proletariado, es decir, que a pesar de que se separe del Socialismo no va a abandonar a la clase trabajadora.